viernes, 19 de abril de 2013

Protistas: Organismos unicelulares, agregados y talófitos.


Protoctistas.


Los protófitos o protoctistas son el tipo de planta más sencillo que existe (si es que se les puede llamar plantas, ya que existen procariotas que son considerados clásicamente protófitos).

Las estructuras protofíticas más sencillas son los organismos unicelulares. Es decir, toda la planta está constituida por una sola célula. Hay varios ejemplos, desde Chlorococcum, que son células uniformes en su contenido, hasta células flagelados, como la Euglena.


Existen otros tipos de protófitos que se denominan cenobios. Los organismos del tipo cenobio estarían constituidos por células iguales, unidos por una estructura inerte, sin comunicación entre si. Se forman, por ejemplo, porque las células se dividen asexualmente, por mitosis, y las células hijas se quedan adheridas entre si. Las cianofíceas son un ejemplo clásico; un género que se organizaría de este modo es la Gleocopsa.



En otros casos, como ocurre con algunas cianofíceas, por ejemplo la Anabaena, ya existe una cierta polaridad y la división tiene lugar en una sola dirección; por esa razón, se forma un filamento.


Existen organizaciones de este tipo en las que se forman falsas ramificaciones laterales. Y en algunas cianofíceas hay bipolaridad, por la presencia de ciertas estructuras celulares destinadas a la fijación de nitrógeno, o se dividen en una dirección preferentemente.

Otro tipo de estructura pluricelular considerada protofítica por algunos autores son los plasmodios. Son masas de plasma desnudas y polinucleadas. En un tipo de organización muy particular. Pueden alcanzar tamaños muy grandes. Un ejemplo, los Mixomicetes, un tipo de hongos inferiores (cabe recordar que los hongos son el organismo vivo que alcanza mayor tamaño; se han encontrado hongos cuyas hifas ocupan extensiones de varios kilómetros cuadrados). En cualquier caso, los hongos pertenecen a otro reino totalmente diferente y no pueden considerarse vegetales bajo ningún concepto.


También aparecen en algunos géneros, como Diatgostellum, unas estructuras denominadas Pseudoplasmodios. Los componentes de los pseudoplasmodios pasan una etapa de su vida en forma de plasmodios independientes de tipo amevoide. Pero en ocasiones estos se unen formando un esporágeno, una estructura generadora de esporas similar a los esporangios de los hongos superiores. Estos esporangios liberan esporas, que vuelven a convertirse en individuos independientes.

Resulta complicado decidir si este tipo de estructuras son o no plasmodios, incluirlo dentro de los plasmodios es cuando menos discutible. Se puede interpretar como una estructura intermedia, una estructura que se encuentra entre los protófitos y los talófitos. El esporangio es el nivel más bajo de organización. Para decidir si se trata de un tipo de plasmodio o un organismo más independiente habría que cuestionarse si su estructura normal es poseer esporangios (y entonces sería un plasmodio) o lo normal es que se encuentren separados.


Talófitos.

Tipos de Talófitos.En los talófitos, que como ya indicamos se trata de un nivel de organización en el que existe una cierta diferenciación celular, podemos encontrar tres grandes grupos o niveles:
  • Consorcios de Agregación.
  • Colonias Celulares.
  • Talos Filamentosos y Laminares.

    Consorcios de agregación.

Poseen un origen “postnat” es decir, se unen tras haber nacido. Todas las células tienen las mismas funciones, no hay diversificación ni diferenciación en el trabajo. Se trata de células independientes que se unen entre si formando una estructura más o menos organizada (el consorcio de agregación propiamente dicho).
Consorcio de agregación.


   Colonias celulares.

Las células se dividen y se mantienen unidas. Las células pueden tener una función predestinada desde el principio. Puede haber una diferenciación del trabajo de “origen congénito”. El sistema de crecimiento es el mismo que el que tienen los talos filamentosos.

Colonias celulares.

   Ejemplos de colonias de agregación.

Uno de los ejemplos más típicos de consorcios de agregación es el que se da en algas acuáticas del género Pediastrum y algas del género Hydrotytion.
 
Alga del género Pediastrum
Las algas del género Pediastrum forman consorcios de agregación. Normalmente, cuando llega al estado adulto, cualquiera de las células que lo constituyen forma una vesícula que sale al exterior y se dividen esta célula que la constituye. Se forman lo que se denominan zooesporas. Las células originales están desprovistas de flagelo. Dentro de la vesícula adquieren flagelos y pueden nadar dentro del líquido que contiene la citada vesícula. Sin que esta se desprenda de la planta original las células de la vesícula se reúnen entre si, pierden los flagelos y comienzan a adquirir unas prolongaciones “en forma de cuernecillos”; y se dividen. Acaban por romper las vesículas. En los Pediastrum todas las células tienen las mismas funciones.

Pediastrum

   Ejemplos de colonias celulares.

Existen tres niveles (géneros):
  • Pandorina.
  • Eudorina.
  • Volvox.

Comenzaremos por la Pandorina. Son una colonia celular rodeada por mucílago.
Pandorina.
En un momento dado, una célula cualquiera se desprende de la colonia, pierde sus flagelos, se vuelve más o menos esférica y sufre división: primero el núcleo y después el resto de la célula; las células se dividen, pero no se separan entre si. Todas las células de la colonia tienen las mismas funciones.

Ciclo vital de Pandorina

El segundo ejemplo, el género Eudorina, tiene un origen similar, pero la colonia tiene un aspecto totalmente distinto.
Eudorina.
En este caso ya existe una cierta división del trabajo entre las células de la colonia. Las células de la parte superior son más pequeñas; en ellas los procesos fotosintéticos tienen mayor actividad, comportándose como células somáticas o vegetativas. Por otra parte las células de la superficie tienen flagelos; en la parte inferior, las células grandes son las únicas que pueden dividirse, pueden comportarse como células germinativas.

Esquema de Eudorina.

El tercer género corresponde a Volvox. Este ya se trata de una auténtica colonia. Se origina de forma congénita, las células están unidas entre si y hay una división estricta del trabajo.
 
Volvox.
Unas determinadas células comienzan a dividirse hacia el interior, hasta que llega el momento en que forman una colonia independiente. Cuando la colonia hija tiene un tamaño determinado, se desprende y vive un tiempo en el interior de la colonia madre. Después la colona madre se rompe y salen las colonias hijas. La colona madre muere.

La parte superficial de las células que constituyen la colonia de Volvox poseen flagelos. Estos les salen una vez se han liberado de la colonia madre.

Hay una absoluta diversificación del trabajo. Hay células que, desde el principio, están hechas para reproducirse. Otras son las que formarán células reproductoras sexuales. Las uniones de las células son muy fuertes y casi no pueden vivir por separado, al contrario de lo que ocurre en los otros dos casos de colonias.

Ciclo vital de Volvox.

Talos filamentosos.

En los talos filamentosos hay un encadenamiento muy fuerte entre las células. Las células están muy unidas entre si. Las células no pueden vivir por separado. Aunque no forman tejidos (lógicamente) ya hay diversificación del trabajo.

Existe un encadenamiento de las células, una diferencia polar dentro de las células y una torsión del eje y ramificación.


Por el encadenamiento de las células se hace que, a partir de una célula originaria y ya desde esta célula originaria haya una conexión con las células vecinas (al dividirse la célula, sus hijas quedan firmemente unidas a ella).

Y respecto a la polaridad, cuando una célula se divide en dos, las dos células hijas ya no son totalmente equivalentes; antes de la división existe un desplazamiento de los orgánulos hacia un lado u otro. Las células hijas resultantes, serán, por lo tanto, diferentes y podrán tener diferentes funciones.

Existen dos tipos fundamentales de talos filamentosos:
  • Haplósticos: siempre mantienen el uso acromático en la misma dirección. Por lo tanto solo podrán formar filamentos.
  • Polísticos: los usos acromáticos giran. Pueden, por lo tanto, formar láminas o tubos.

 Comencemos con el esquema de talos haplósticos.

Talos haplósticos

El esquema de los polísticos sería:

Talos polísticos

Los talos haplósticos y polísticos tienen, a su vez, subdivisiones:

Talos haplósticos:

   No ramificados:
  • Telómico: todas las células del talo se dividen.
  • Atelómico: solo se dividen las células apicales.
  • Sifonado: no se establecen tabiques entre las células.

   Ramificados:
  • Telómico con ramificación dicótoma: se forman, en un punto, dos ramas más o menos iguales.
  • Atelómico con ramificación dicótoma.
  • Telómico con ramificación lateral: se forman filamentos o ramas laterales, constituyéndose por lo tanto nudos y entrenudos.
  • Atelómico con ramificación lateral.

Talos polísticos:
  • Talos laminares.
  • Monoestromático: una sola capa de células (a lo ancho).
  • Poliestromatico: varias capas de células (a lo ancho); pueden ser diestromáticos, triestromáticos, etc.
  • Talo laminar en tubo.
  • Talo laminar en cordón.

Existen talos más complejos en algas más evolucionadas. Son los llamados talos con cladomas.

Talo con cladoma: estructura compuesta por filamentos rastreros sobre los que surgen filamentos denominados cladomas; aquellos filamentos que no tienen un crecimiento muy grande y que se presentan como filamentos cortos se les llama pleudirios.

Existen varios tipos de cladomas:
  • Cladoma uniaxial: un solo cladoma primario, que actúa por lo tanto como único eje.
  • Cladoma multiaxial: varios cladomas primarios, obteniéndose una estructura con más de un eje.

 Puede darse la circunstancia de que, de un cladoma principal, nazcan otros cladomas que se denominan cladomas secundarios; y de estos podrían surgir cladomas terciarios, etc.

A su vez, los ejes pueden ser Haplósticos, polísticos y de todos sus subtipos.
 
Alga filamentosa
El pleuridio es un filamento de crecimiento limitado, compuesto por una célula llamada célula coxal, que une al pleuridio con el eje. Hacia abajo nace la célula del filamento pleuridiano corticante. Y hacia arriba (o más correctamente hacia el lado opuesto) crecen las células del filamento pleuridiano que se denominan células del pleuridio.

Los cladomas uniaxiales telómicos también pueden dividirse en grupos:
  • Ortómero: en cada célula se originan varias células coxales.
  • Helicómero: las células no tienen la misma polaridad o morfología. Los tabiques son oblicuos. Tienen una cara mayor que la otra. Los pleuridios aparecen sobre las caras más pequeñas. De este modo le obtiene una estructura espiral.
  • Scorpiómero: los pleuridios salen en dos líneas opuestas. Quedan unos pleuridios por un lado y otros por el otro a modo de zig-zag.

 Los pleuridios pueden ramificarse; según se ramifiquen más o menos cerca del eje del axioma y volver a unirse formando lo que se denomina corteza tendremos los siguientes tipos:
  • Separados: los pleuridios no se unen entre si.
  • Distante: se unen en los extremos forman una corteza con huecos.
  • Aplicada contra el eje: las células coxales son grandes. El complejo de pleuridios (corteza) no deja ninguna cavidad.

 No puede decirse que estas estructuras formen tejidos. En algunos hongos y algas, su visión puede hacernos pensar que tienen tejidos, pero no son tejidos auténticos.

Por ejemplo, el plecténquima, que se origina cuando algunas células sufren un proceso de hinchamiento formándose una gelatina insoluble (constituida por las paredes celulares) y que envuelve a los filamentos; da la impresión de que este plecténquima es un tejido; pero en realidad, entre filamento y filamento no hay ninguna relación y el plecténquima no es un tejido intermedio.

Los plecténquimas son estructuras delicadas que pueden deshacerse con relativa facilidad. Son habituales en cromofíceas.

Existen dos tipos fundamentales de plecténquima:
  • Surtidor: reunión de filamentos, en los cuales todos tienen crecimiento apical. Se va abriendo y forman un surtidor o abanico. Aparece en muchas algas rojas.
  • Filamento central: tiene un crecimiento por ramificación lateral, de forma que los filamentos se mantienen unidos entre si.

También se habla de pseudoparénquima, cuya consistencia es distinta a la de los plecténquimas. Son estructuras rígidas, duras. Las paredes celulares de los filamentos sufren una pérdida de agua y un endurecimiento por acumulación de sustancias duras.

Existen un grupo de talófitos que presentan estructuras semejantes a las de los cormófitos. No tienen tejidos, pero crecen debido a la actividad de un conjunto de células de una zona del talófito denominadas conos vegetativos.

Pueden encontrarse en las zonas apicales del talófito, de forma que el talófito crece por esa zona; o aparecer también en zonas centrales, y el talófito crecería por esa zona central (de forma que las zonas apicales serían los puntos por los que el talófito muere).

Se trata de estructuras parecidas a los meristemos, que son los tejidos que hacen que crezcan los cormófitos.
 
Estructuras de crecimiento en algas superiores

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