domingo, 2 de octubre de 2011

Breve introducción al sistema linfático


El sistema linfático está constituido por un líquido denominado linfa, que corre por el interior de unos vasos de conducción denominados vasos linfáticos. Además de los vasos linfáticos, existen una serie de órganos y estructuras que intervienen en procesos implicados con la linfa.

El sistema linfático tiene tres funciones fundamentales:
  • Drenaje del líquido intersticial.
  • Transporte de los lípidos de la dieta desde el aparato digestivo hasta la sangre.
  • Repuesta inmunitaria, ya que la linfa está cargada de células defensivas y algunos órganos linfáticos están implicados en el proceso inmunitario.

Existen varios tipos de vasos linfáticos:
Vasos linfáticos y nódulos

  • Capilares linfáticos: son vasos linfáticos muy finos, compuestos por células endoteliales y con una cierta forma abombada, debido a que las uniones entre las células endoteliales se unen formando una válvula que hace que la linfa sólo pueda avanzar en una dirección. Estas uniones, además, pueden abrirse, permitiendo que puedan penetrar al interior del vaso sustancias, moléculas y células inmunitarias.
  • Vasos linfáticos: son vasos de paredes finas, con multitud de válvulas que impiden el reflujo de la linfa. Debemos tener en cuenta que la linfa carece de órgano impulsor, por lo que evitar el retroceso es trascendental. Los vasos linfáticos se forman por la fusión de capilares linfáticos entre si, aumentando su calibre. Al igual que ocurre en los vasos sanguíneos, aparecen anastomosis. A los grandes vasos linfáticos se les denomina troncos linfáticos. Por los vasos linfáticos circulará al día entre dos y cuatro litros de linfa. Ésta avanza por ellos, gracias a las contracciones de los mismos, ya que se contraen varias veces por minuto, y a la existencia de las válvulas que evitan el retroceso. Además, el recorrido de los vasos linfáticos entre los músculos esqueléticos hacen que la contracción de estos músculos drenen la linfa de los vasos, la empujen, proceso conocido como ordeño. Todos los vasos linfáticos van enlazándose y formando los grandes troncos. Los más importantes son el conducto torácico izquierdo y derecho. Acaban desembocando al sistema circulatorio en dos puntos, en el ángulo que forman las venas yugular interna y subclavia, por la derecha e izquierda.

En cuanto a los órganos linfáticos más importantes son los siguientes:

  • Ganglios linfáticos: estructuras ovales, de entre uno y veinticinco milímetros de diámetro, que se encuentran a lo largo de los vasos linfáticos. En el cuerpo existen entre seiscientos y setecientos ganglios, dispuestos en grupos y en ocasiones formando dos conjuntos, uno superficial y uno profundo. Están constituido por una cápsula exterior de tejido conjuntivo denso y unas trabéculas interiores. En los ganglios se acumulan linfocitos, que actuarán como sistema de reconocimiento y defensa. También encontramos macrófagos. Los ganglios pueden actuar como depósitos de linfa, aunque su función principal es actuar de filtro frente a sustancias extrañas y e invasores, que entran en el ganglio, quedan atrapados y entran en contacto con las células defensivas, siendo reconocidos y atacados por linfocitos y macrófagos.
Gánglios linfáticos.
    • Amígdalas: agregados de nódulos linfáticos, inmersos en una mucosa, formando un anillo en la cavidad de la faringe. Protege al cuerpo frente a invasores que se inhalan o se ingieren.
    • Bazo: órgano oval de unos doce centímetros de largo, situado en el hipocardio izquierdo, entre el diafragma y el estómago. No filtra la linfa, sirve de lugar de maduración de linfocitos B y colabora en la fagocitosis bacteriana y para eliminar eritrocitos y trombocitos deteriorados. Además, almacena sangre y la libera si se necesita.
    • Timo: órgano bilobulado, situado en la parte superior del mediastino. Es el lugar de maduración de los linfocitos T. Es más activo en niños, llegando a atrofiarse con el paso de los años.


    Órganos linfáticos.

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