lunes, 25 de julio de 2011

Sol y piel: aftersun

En entradas anteriores hemos tratado el tema de las radiaciones solares, sus efectos más importantes sobre la piel, peligros y cuidados cosméticos para tratar de evitar estos daños.

Damos un paso más allá y hablamos ahora de los cosméticos que nos aplicamos en el caso de que todas estas recomendaciones hayan caído en saco roto. Es decir, los aftersun o cosméticos para después del sol.


Es necesario un producto que normalice las condiciones de la piel. Por eso, deben reparar en la medida de lo posible los efectos nocivos que la radiación solar ha producido.

Dividiremos los tipos de principios activos en función de su nivel de actuación sobre la piel, es decir, en función de qué efectos nocivos tratan de paliar.

Por un lado tenemos principios activos hidratantes, que coinciden con los presentes en el otros cosméticos en los que la hidratación es importante (todo tipo de cremas y emulsiones hidratantes, protectoras y también en antienvejecimiento, etc.).  Estos activos se dividen, en dos grupos importantes: humectantes y emolientes.

Urea
Los humectantes tratan de retener agua sobre la piel usando sustancias con capacidad para captar químicamente el agua. Suelen ser sustancias con grupos alcohol (retienen el agua mediante puentes de hidrógeno). Clásicamente se usan compuestos como la glicerina o el propilenglicol. Otros humectantes clásicos son sustancias con grupos nitrogenados, como la urea.

Los emolientes son sustancias grasas. También retienen el agua, pero mediante un mecanismo diferente: al ser hidrófobas (es decir, carecen de afinidad por el agua) crean una capa sobre la superficie de la piel que evita que ésta pierda el agua por transpiración. Las sustancias grasas tienen procedencias diversas, encontrando grasas animales, vegetales, minerales, sintéticas y semisintéticas (en otra entrada trataremos el tema), cada una con sus ventajas y sus inconvenientes (los cosméticos suelen llevar una mezcla de todas ellas).

alfa-Bisabolol
Los principios activos antiinflamatorios deben tratar de paliar los efectos inflamatorios de la luz solar. Ayudan a disminuir el eritema (enrojecimiento) y sobre todo el edema (inflamación) posterior a la exposición. El activo cosmético antiinflamatorio más importante es el alfa-bisabolol. Puede añadirse directamente o aprovechar algún tipo de extracto vegetal rico en esta sustancia, como el extracto de manzanilla. También actúan como antiinflamatorios los flavonoides (son una familia muy variada de productos químicos), concretamente los flavonoides presentes en extractos vegetales como el de caléndula, malva, manzanilla o aloe.


Aloe vera
Manzanilla
Caléndula

Otros principios activos muy habituales son los epitelizantes (cicatrizantes), que ayudan a reponer la epidermis deteriorada. Destacan la alantoína (activo de origen animal), el pantenol (derivado alcohólico de la vitamina B5), el ácido ximénico y algunos extractos vegetales, como el aguacate, la caléndula, o la centella asiática.
Centella asiática
Pantenol






También suelen aportar activos regeneradores y estimulantes, como los derivados de vitaminas (suele tratarse de extractos animales o vegetales ricos en vitaminas), minerales, oligoelementos, etc.

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